23 de noviembre

Historias de vida

Economía social

De buena madera: un carpintero de la Economía Social cuenta su experiencia

Raúl Cisneros encabeza un emprendimiento de construcción de cabañas y muebles. Además de las capacitaciones, el trabajador destaca los espacios de comercialización que ofrece el municipio.

Raúl Cisneros es un carpintero de la zona norte de la ciudad y está al frente de un emprendimiento de construcción de cabañas y muebles que forma parte de la red de carpintería creada por la Municipalidad. “El contexto económico nos pone a competir con el sistema financiero y no con otros proyectos productivos”, lamentó el trabajador sobre la tarea que encara junto a otros pares de oficio.

El emprendimiento de Cisneros se desarrolla en el marco de una iniciativa de la Secretaría de Economía Social, que convoca a personas con un oficio sin inserción en el mercado laboral, con el propósito de integrarlos y articularlos para impulsar y hacer visible sus trabajos en una red.

A pesar de la crisis económica y la falta de trabajo, el carpintero reconoció que con esfuerzo pudo llevar adelante el emprendimiento en su carpintería del barrio Nuevo Alberdi, en la zona norte de la ciudad. En ese marco, valoró “el acompañamiento, la capacitación y los consejos” brindados por el equipo de la Secretaría de Economía Social de la Municipalidad de Rosario.

“A veces es más importante que te capaciten para hacer negocios que recibir un crédito y contraer una deuda que después, si no sabés hacer el negocio, no te sirve”, reflexionó Cisneros, quien fabrica livings de madera junto a su hijo y un equipo de trabajo. Desde hace un tiempo también se dedican a la prefabricación de cabañas en la carpintería, que luego se ensamblan en el terreno.

Cisneros destacó “el efecto multiplicador” que tiene este emprendimiento. “La cabaña tiene dentro de la carpintería a 8 personas trabajando, pero hay que sumarle después el plomero, el gasista, el albañil y todos los empleos alrededor de la construcción". En este marco, recalcó la diferencia con la confección de muebles que “sólo da para el trabajo acá adentro de la carpintería”.

En cuanto a la producción, contó que logra abaratar costos comprando su materia prima a los municipios y comunas de alrededor de Rosario. “Nosotros compramos las maderas de los árboles que hay que sacar por las construcciones o por algún motivo. Son de descarte, y entonces reutilizamos esa madera. Esa es nuestra materia prima y así zafamos de caer en las madereras o aserraderos donde es mucho más caro. A partir de eso es que logramos madera muy económica”, señaló.

“La Municipalidad nos dio muchas oportunidades con las ferias. Realmente la feria es un elemento muy poderoso”, aseveró el carpintero sobre el modo de comercialización. Luego, puso como ejemplo el BioMercado. “Allí vendimos una cabaña y tal vez más, porque te vas poniendo en contacto y después de un tiempo seguro viene alguien al que le diste un presupuesto, y resulta que esa es otra venta que se hizo ahí dentro. Ahora vamos al BioMercado con otra mirada”.

La Economía Social y los Proyectos Productivos

El desarrollo de estos emprendimientos asociados en forma de red y formalizados como cooperativas se conforma dentro de la Secretaría de Economía Social, en el área de Proyectos Productivos, que convoca y aúna a aquellas personas con un oficio que no logran insertarse en el mercado laboral.

El objetivo de este espacio es agruparlos, integrarlos y articularlos para promover sus actividades y hacer visible el trabajo de cada integrante de la red. Se capacita en comercialización, y se acompaña en la gestión de emprendimientos que generen trabajos independientes, y si es necesario se buscan líneas de financiamiento que acompañen la formación y crecimiento de emprendimientos de servicios, además de asesorarlos en la conformación de cooperativas de trabajo.

En este marco, ya se está trabajando con 3 líneas de redes: la de carpinteros, conformada por 9 emprendimientos; la red de construcción, integrada por personas que poseen oficios vinculados al rubro, como la albañilería, plomería, yeseros; y la red de bienestar, conformada por peluqueros, maquilladores, reikistas, entre otros.