Un estudiante rosarino ganó un concurso internacional de ambiente
Claudio, alumno de 6º grado de la escuela Gral. San Martín, que forma parte de la Red de Escuelas Verdes, viajó junto a una docente a visitar el Parque Eólico del desierto de Atacama (Chile).
La Escuela N° 659 “General San Martín” fue el escenario de la premiación de la campaña ambiental “Alrededor de Iberoamérica”, propuesta de la empresa Veolia, con el apoyo de la Organización de Estados Iberoamericanos, impulsada desde hace 3 años en nuestra ciudad por la Red de Escuelas Verdes y la Secretaría de Ambiente y Espacio Público.
Claudio Fabricio Cajal, estudiante de 6º grado de dicha escuela y su docente, Fabiana Elizabet Del Valle, fueron los beneficiarios del primer premio, que consistió en un viaje pedagógico a San Pedro de Atacama, Chile, que se concretó en el mes de septiembre.
En el viaje, los ganadores pudieron visitar el Parque Eólico del desierto de Atacama, donde existe un sistema de generación de energía limpia y renovable.
Ambos representaron a nuestro país junto a personas de otros seis países latinoamericanos, en el marco de esta campaña internacional que pretende sensibilizar y promover entre los niños latinoamericanos un mayor conocimiento sobre las energías renovables, el cuidado del medio ambiente y de fomentar buenos hábitos ciudadanos desde muy temprana edad.
Cabe remarcar que este año, la campaña impulsada en nuestra ciudad por la Red de Escuelas Verdes y la Secretaría de Ambiente y Espacio Público, contó con la participación de más de 1700 alumnos del país y estuvo dirigida a niños de 10 y 11 años, quienes expresaron sus ideas a través de un relato periodístico y un dibujo del mismo, acerca de la importancia del uso de
las energías renovables y la protección del medio ambiente.
En su dibujo, Claudio intentó representar la necesidad de cuidar entre todos el ambiente en el que vivimos, proteger nuestras especies de flora y fauna y adoptar el uso de energías renovables.
Para la directora de la escuela, Nélida Gonzalez, la propuesta resulta interesante porque “es una manera novedosa de que los chicos se sientan motivados. Esta escuela además forma parte de la mesa barrial, que es una instancia de participación para que los chicos y sus familias tomen conciencia sobre el reciclaje, el buen uso de contenedores y las problemáticas ambientales del barrio”.