20 de noviembre

Ambiente

Convirtieron un basural en una plaza con ayuda de los vecinos en la zona noroeste

Un terreno que funcionaba como punto de arrojo ilegal en Sorrento y Cullen, fue erradicado y se transformó en un espacio público para el encuentro y la convivencia.

Con un trabajo intensivo de distintas áreas de la Secretaría de Ambiente y Espacio Público se logró erradicar un basural de grandes dimensiones que se encontraba en Sorrento y Cullen. En su lugar, desde ahora los vecinos podrán disfrutar de una plaza de 473 metros cuadrados.

La secretaria de Ambiente y Espacio Público, Marina Borgatello, señaló la importancia de recuperar este tipo de espacios porque “son sitios que sirven para el esparcimiento y la convivencia entre los vecinos de la ciudad. Debemos cuidarlos entre todos para disfrutar de espacios más limpios y seguros”.

La recuperación de dicho lugar se llevó adelante con el compromiso de vecinos y la Municipalidad con el fin de generar ambientes saludables, seguros y que faciliten el encuentro entre vecinos.

Elba, vecina del barrio, valora como muy positiva la recuperación del lugar. “Fue una muy buena idea erradicar ese basural y convertirlo en plaza, cuando llegue el verano lo vamos a aprovechar más. A la tardecita se ve a los chicos jugando y la gente tomando mate, estamos muy contentos”, expresó.

Además señaló que el cuidado de la plaza es una responsabilidad compartida y que entre los vecinos de la zona se recuerdan no arrojar residuos y mantenerlo limpio, además de la especial atención que deben prestarle a las especies que allí se plantaron para que crezcan y puedan brindar sombra en los días más calurosos.

Entre los trabajos iniciales se retiraron los residuos que se encontraban en el lugar y se realizó una limpieza general del sector. Luego, un equipo de trabajo de 15 personas colocó pretiles, juegos de mesa y bancos y acondicionó el espacio para su funcionamiento como plaza.

Además, se colocaron juegos como hamacas, sube y baja y un trepador. Y la Dirección de Parques y Paseos plantó 20 árboles en el lugar para convertirlo en un espacio verde, colaborando con la meta de Un millón de árboles para Rosario.