19 de noviembre

Control

El municipio estableció protocolo para realizar controles de alcoholemia con Prefectura en clubes y guarderías náuticas

Desde este fin de semana comenzarán a realizarse test sorpresivos y aleatorios antes de salir o al volver del río. La idea es garantizar un uso seguro del Paraná

Funcionarios de la Secretaría de Control municipal, de Prefectura y provinciales se reunieron con referentes de clubes náuticos, guarderías y demás instituciones con el fin de acordar protocolos para garantizar el uso seguro del Paraná. En ese marco, este fin de semana comenzarán a realizarse test sorpresivos y aleatorios de alcoholemia antes de salir o al volver del río.

La iniciativa se terminó de definir en un encuentro que se realizó este martes en el Concejo Municipal entre diferentes actores públicos y privados vinculados a la actividad náutica y tras una propuesta que había surgido en el Consejo Consultivo del Río. Allí, funcionarios de Prefectura y del municipio participaron de una reunión junto a concejales, referentes de Defensa Civil y Ambiente de la provincia, el Enapro y autoridades de asociaciones que representan a guarderías y clubes de la costa.

La idea es empezar a consolidar estrategias y acciones para ordenar el uso y disfrute del Paraná. En eso, uno de los puntos prioritarios será la posibilidad de que el municipio realice controles de alcohol a los navegantes antes de salir o al regresar del río. La idea es que desde este fin de semana largo agentes de Prefectura e inspectores municipales se instalen de forma aleatoria y temporal en los muelles de las guarderías y clubes náuticos de la ciudad. El operativo se realizará abarcando distintos espacios y franjas horarias.

Los navegantes deberán someterse a dos tipos de pruebas, con alómetros —instrumentos que permiten detectar el consumo de alcohol a través del aliento— y en caso de que el testeo sea positivo se utilizarán alcoholímetros para determinar la cantidad de alcohol consumido.

La fiscalización incluirá también la posibilidad de realizar test de narcolemia, para determinar el consumo de sustancias ilegales.

La potestad para fiscalizar lo que sucede en el río es de Prefectura Nacional. Pero el organismo carece actualmente de alcoholímetros homologados. Por eso, para los controles de este verano, la fuerza de seguridad pondrá el personal y diseñará el operativo de fiscalización. En tanto, la Municipalidad aportará inspectores y dispondrá de los alómetros, alcoholímetros y aparatos para realizar narcotest.

Los operativos estarán acompañados de una fuerte campaña de difusión sobre la prohibición de tomar alcohol cuando se conduce una embarcación. “El trabajo de control tiene que ser siempre preventivo y de concientización. Y después, con respecto al nivel de consumo, el mensaje tiene que ser claro: y es que no se debe tomar cuando uno se va a embarcar en el río", apuntó el secretario de Control y Convivencia del municipio, Diego Herrera.

El funcionario comparó la situación del río con las calles de la ciudad. "En Rosario, con el correr de los años, ha ido bajando notablemente el índice de positividad a partir de un mayor nivel de controles y del trabajo de concientización que logramos. Creo que ése es el camino también en el río”, destacó.

Desde el municipio insistieron en que la iniciativa no persigue un fin recaudatorio, sino que se busca cuidar a las personas que usan el río. De acuerdo a la gravedad de la falta, puede incluirse como sanción el retiro del carné habilitante, tanto en forma temporal como definitiva.

La disposición de Prefectura Naval (la N° 3 de 2011) establece que los conductores de embarcaciones tienen prohibido consumir alcohol. De todas formas, se admite un límite de hasta 500 miligramos por litro de sangre para quienes estén al frente de embarcaciones a motor y de 200 miligramos para manejar vehículos acuáticos como moto o similares.

La norma obliga también a todos los conductores de embarcaciones deportivas a someterse a las pruebas destinadas a determinar su estado de intoxicación alcohólica y considera que la negativa a realizar la prueba constituye en sí una falta, además de configurarse la presunción de haber infringido la prohibición del consumo de alcohol.