Voluntarios: la fuerza que hizo posible que los Jadar fueran un evento histórico en Rosario
Los Juegos Argentinos de Alto Rendimiento contaron como factor clave al compromiso y la entrega de las más de 700 personas que se sumaron a ayudar
Detrás de cada competencia, de cada ceremonia y de cada sonrisa en los Juegos Argentinos de Alto Rendimiento Rosario 2025 hubo un equipo silencioso pero fundamental: los voluntarios. Más de 700 jóvenes y adultos de Rosario, la provincia y el país se sumaron con entusiasmo y compromiso para vivir de cerca un evento histórico y aportar con su trabajo a su éxito.
El rol de los voluntarios fue clave en todas las áreas: acompañaron a las delegaciones en traslados y recorridos, recibieron a miles de alumnos y alumnas en el programa de Visitas Guiadas, colaboraron en acreditaciones, logística, premiaciones, fan fest, prensa, atención en escenarios deportivos y hasta en la coordinación de las ceremonias. Allí donde hacía falta, siempre hubo una mano dispuesta a ayudar.
Su energía contagió a todos. Los deportistas, entrenadores, jueces y familias destacaron la calidez y predisposición de los voluntarios, que no sólo cumplieron con sus funciones, sino que transmitieron el espíritu de Rosario: hospitalidad, alegría y pasión por el deporte.
Los voluntarios fueron, además, parte de un proceso formativo. Recibieron capacitaciones, indumentaria y la posibilidad de conocer desde adentro cómo se organiza un evento deportivo de alto nivel, experiencia que los marca para siempre y los convierte en protagonistas de un legado.
La imagen de miles de voluntarios dando la bienvenida, organizando las premiaciones o guiando al público en los distintos escenarios quedará como una postal imborrable de los Jadar.
Los Juegos Argentinos de Alto Rendimiento no hubieran sido posible sin ellos. Su compromiso y entrega demostraron que cuando la juventud se involucra, el deporte se convierte en un verdadero motor de unión y transformación social.
Porque los estadios se iluminan con luces y pantallas, pero el verdadero brillo de estos Juegos vino del esfuerzo y la sonrisa de cada voluntario. Ellos fueron el alma de Rosario 2025.