30 de octubre

Salud

Equipos municipales continúan realizando operativos contra el dengue

Entre otras acciones, fumigan patios y lugares donde puede reproducirse el mosquito Aedes y piden a los vecinos controlar que no haya recipientes en los cuales se pueda acumular agua.

La intendenta Mónica Fein exhortó al compromiso de los vecinos para limpiar y descacharrar los lugares donde puedan habitar las larvas del mosquito. Lo hizo en horas de la mañana del lunes 15 de febrero durante un operativo intensivo contra el dengue que se lleva adelante en un sector del distrito Noroeste que involucra a los barrios Azcuénaga y Belgrano, donde equipos de trabajo integrados por más de 55 personas recorrieron la zona realizando diferentes acciones, en el marco de un protocolo articulado entre diferentes áreas del municipio.

En la ocasión, se instaló un puesto informativo en la esquina de Solís y Forest para concientizar y recibir consultas de vecinos relacionadas con la enfermedad. Además, cooperativas de trabajo realizaron con un camión la recolección de los reservorios de vectores que eran descartados de las viviendas, dejando en claro que únicamente se encargan de este tipo de tarea ya que "no se limpia el lugar de escombros u otros restos de basura”.

“Generamos este bloqueo cuando sabemos que hay un caso positivo de dengue. Ante otras presunciones se toma el reclamo y se deriva a las áreas correspondientes para que realicen el control del lugar”, señaló Analía Chumpitaz, directora de Epidemiología de la Municipalidad, en tanto desde la Secretaría de Salud se indicó que no se encontraron "otros casos sospechosos de dengue" en la zona controlada.

Tal cual ocurre en cada uno de estos operativos, el personal se presentó en los domicilios correctamente identificado, dispuesto a ejecutar las fumigaciones correspondientes y a buscar personas febriles. Ante estos casos, un profesional realiza un análisis de sangre en el lugar para determinar si tienen o no algún virus que pueda transmitir el mosquito. 

Al acercarse al puesto emplazado en Solís y Forest, una vecina compartió su situación particular, ya que tiene un familiar con síntomas de dengue, y destacó la importancia de contar con información sobre la enfermedad. "Dejé de visitar a amigos, quizá no entiendan que entre personas no se puede contagiar la enfermedad y es el mosquito el que transmite la enfermedad, no las personas”, expresó.

Otra mujer, Rosa, quien consultó sobre qué debía hacer con las botellas en desuso, manifestó su satisfacción por el operativo y destacó el gran trabajo de concientización que se desarrolla mediante estas acciones, durante las cuales se hace especial hincapié en trabajos de descacharrado y fumigación en los establecimientos educativos de la zona involucrada.

En el transcurso de la jornada se concretaron operativos similares en otros cuatro barrios de la ciudad y revisitas en dos más.

Los operativos

A partir de confirmarse el diagnóstico de una persona con dengue, chikungunya o zika, se toma la vivienda de la persona infectada con su manzana como referencia y ocho manzanas alrededor, es decir 9 manzanas en total. Esto se debe a que ese rango es la máxima distancia que puede volar un mosquito adulto infectado. Una vez delimitada esta área, se accede a los domicilios correspondientes y se comienza con el descacharrado, es decir, con la limpieza de los patios, explicándole al vecino la importancia de esta acción, ya que es la única efectiva para eliminar las larvas y prevenir la reproducción del mosquito.

Además se procede a la búsqueda de febriles, personas en esos domicilios que puedan tener los síntomas de dengue, chikungunya o zika o los hayan tenido en días anteriores. De encontrarse alguno, se inicia el proceso correspondiente para confirmar si también tiene alguna de estas enfermedades.

Por último, el equipo de la Dirección de Vectores fumiga la zona para eliminar mosquitos adultos, evitando así la probabilidad de que un vector infectado pueda picar a otra persona. Cabe recalcar que las tareas de fumigación se realizan muy controladamente, ya que junto con el Aedes aegypti también se destruyen muchas otras especias que regulan la fauna, como otros mosquitos o alguaciles.

A su vez se entrega a las familias involucradas repelente para evitar el contagio y larvicidas para aplicar en recipientes que es imposible limpiar o vaciar, como estanques y piletas, para evitar la reproducción del Aedes aegypti. Una semana después del primer bloqueo, se repite la acción en la misma área para descartar la aparición de nuevos casos.