26 de noviembre

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Las mejoras en plazas barriales incorporan una creciente mirada inclusiva

Instalación de hamacas adaptadas, ensanchamiento de pasajes peatonales, ejecución de senderos y reparación de veredas son algunas de las acciones priorizadas en las intervenciones.

En el marco de las políticas de recuperación y puesta en valor del espacio público que la gestión municipal lleva adelante con la participación de los vecinos, se ha ido avanzando de manera progresiva hacia la adopción de una mirada más inclusiva como criterio esencial a la hora de planificar las distintas intervenciones. En este sentido, gran parte de las tareas de acondicionamiento que tienen lugar en plazas, plazoletas y áreas verdes de los distintos barrios tienen como directriz el desafío de eliminar barreras arquitectónicas e instalar el equipamiento necesario para garantizar que las personas con discapacidad puedan disfrutar del espacio público en igualdad de condiciones con las demás.  

Mejorar las plazas barriales forma parte de las acciones cotidianas de un municipio que tiene entre sus prioridades fortalecer los lazos de solidaridad y mejorar la convivencia entre vecinos. Exponente cercano del espacio público, la plaza, el lugar de encuentro que enmarca, en cada barrio, las expresiones culturales y las posibilidades de creación colectiva, se erige también como escenario privilegiado para la construcción de una ciudad con más integración social e igualdad de oportunidades.

Así, en algunas zonas, el desafío implicó posibilitar el acceso a la plaza desde la calzada a través de la mejora y ensanchamiento de los cruces o puentes peatonales
, conectados con senderos que recorren el perímetro del predio que vinculan las áreas de juego, descanso y arbolado. Un ejemplo es la plaza central del barrio Tío Rolo, donde se construyeron cruces de zanja nuevos con el ancho reglamentario de 1,20 m y se conectaron con los nuevos senderos perimetrales que rodean el espacio. También, en el barrio Las Flores Sur, se incorporaron tramos de hormigón que unen la recientemente inaugurada escuela técnica Nº 407 con los refugios de transporte urbano, y se ejecutaron cruces peatonales conectados con los senderos de la plaza.

Con el mismo enfoque, a mediados de julio se construyeron rampas de accesibilidad en la plaza de Margis y Milán y actualmente se están ejecutando senderos en la Rodolfo Walsh (Isola y Maestros Santafesinos).

La impronta inclusiva también se visibiliza en mejoras concretadas recientemente en zonas del Noroeste. Es el caso de las plazas Hernández (Rodo y Conte de Alio) y Vicente López y Planes (Wilde y bulevar Argentino) donde, junto a las mejoras de iluminación y la restauración de juegos, se construyeron senderos que conectan todo el perímetro de los predios verdes. Acciones similares tuvieron lugar en el entorno de la Estación Antártida Argentina (Comenius y Wilde), donde se incorporaron senderos y se construyeron veredas para facilitar la circulación peatonal. 

Por las mismas oportunidades de jugar y divertirse

En dirección a profundizar esta política inclusiva en el espacio público, el año pasado se inició un plan de equipamiento de plazas barriales con hamacas adaptadas para niños que se movilizan en silla de ruedas. Desde ese momento el municipio, a través de la Dirección de Parques y Paseos, tomó a su cargo la fabricación de los juegos y su instalación en diferentes puntos de la ciudad, lo que, en algunos casos, implica la ejecución de obras para garantizar el acceso a los mismos, como la construcción de rampas y senderos, tanto a lo largo del predio como en espacios linderos.

La primera de estas hamacas fue colocada en la plaza Olga y Leticia Cossetini (Maciel y Mazza) en la zona norte de la ciudad. Tiempo más tarde se hizo lo porpio en plazas del sur, como la de avenida San Martín y Ayolas, barrios España y Hospitales, y la O'Higgins de barrio Saladillo.

También se construyeron dos nuevos espacios equipados con hamacas inclusivas y los respectivos corredores de hormigón en barrio Latinoamérica, como parte de las mejoras integrales que allí se llevan adelante mediante el Plan Abre. El equipamiento incorporado en este barrio se suma a otras estaciones similares con las que cuentan los vecinos del centro ubicadas una en la plaza Charlone (Rioja y Servando Bayo), de barrio Echesortu, y la otra en la plaza de la Integración (Cochabamba y Balcarce), dentro del parque de la Independencia.   

Por su parte, vecinos de barrio Ludueña, a través del Presupuesto Participativo del distrito Noroeste, elaboraron un proyecto para garantizar mayor inclusión en plazas, gracias al que se incorporaron las hamacas en la plaza Vicente López y Planes y en la plaza Gauna, también llamada plaza de la Juventud (Eva Perón y Decretada).

Sergio Donati, miembro de la Asociación Sin Barreras Rosario y uno de los vecinos de Ludueña que impulsaron el proyecto de plazas inclusivas en el Noroeste, valoró las obras de la plaza Gauna como un importante avance para la inclusión de las personas con discapacidad: “Estas obras permiten que las personas con discapacidad no queden ocultas y encerradas en su casa, sino que también puedan hacer realidad su derecho de salir, divertirse y disfrutar del espacio público, como lo hacen todos”.

Al mismo tiempo señaló la importancia de que las mismas sean el fruto del compromiso ciudadano y la participación de los vecinos. “Hoy, cuando muchas personas con discapacidad están desanimadas, porque sienten que no son escuchadas, las mejoras en la plaza Gauna son un estímulo muy importante, porque demuestran que participando se pueden lograr cosas que nos hagan bien a cada uno y que al mismo tiempo sean buenas para las sociedad”.