Mejor cuidarse: arranca la Semana Saludable para prevenir enfermedades no transmisibles
Se desarrollarán actividades en espacios de todos los distritos para promover hábitos cotidianos contra la obesidad, diabetes y afecciones cardiovasculares o respiratorias, entre otros males.
Con un amplia y extensa agenda distribuida en toda la ciudad se desarrollará desde el lunes 14 de noviembre la Semana Saludable, propuesta de promoción de la salud que se sucede cada año durante el mes de noviembre en el marco de diversas fechas que promueven la toma de conciencia sobre enfermedades crónicas no transmisibles: el 12 de noviembre es el Día de la Obesidad, el 14 de la Diabetes, el 16 del Aire Puro, y el 17 el de la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica). Las enfermedades crónicas son en su mayoría prevenibles y afectan a muchas personas por lo cual es importante que la población se sienta motivada a cuidarse.
La apertura de las actividades se realizará el lunes 14 en la plaza Sarmiento con una feria de la salud en donde se realizará detección de glicemia, prevención del tabaquismo (con espirometrías), toma de tensión arterial, espacios de promoción de la salud bucal, espacios de alimentación saludable con la colaboración del Mercado de Productores de Rosario, Cotar y Alimentos Granix, medicinas naturales y muestra de agroindustria familiar. También se desarrollará un espacio de movimiento.
Cada año la Semana Saludable toma forma en una agenda que reúne múltiples y variadas actividades en toda la ciudad. Un aspecto a destacar es que las actividades parten de una mirada saludable, promoviendo acciones positivas en alimentación, movimiento y cuidado.
En esta agenda se destacan ferias de la salud, jornadas de formación para profesionales, talleres de plantas medicinales y stands de alimentación saludable acompañadas con entrega de materiales impresos acerca de cada temática abordada.
Es importante destacar que las enfermedades no transmisibles (ENT) son principalmente las cardiovasculares, cáncer, diabetes y respiratorias crónicas. Su alta prevalencia se debe, entre otros factores, a la urbanización y globalización de hábitos poco saludables, los cuales han expuesto a la población a un mayor riesgo de adquirir dicho tipo de padecimientos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que este tipo de enfermedades tienen una o más de las siguientes características:
- Son permanentes.
- Dejan incapacidad residual.
- Generan alguna alteración patológica no reversible.
- Requieren entrenamiento especial del paciente para rehabilitación.
- Pueden necesitar de un largo período de supervisión, observación o atención.
- Implican un abordaje de alto impacto social y para la salud pública.
Estos padecimientos obedecen en gran medida a cuatro factores de riesgo comportamentales:
- Consumo del tabaco
- Dietas desequilibradas
- Inactividad física
- Uso nocivo del alcohol
Estos comportamientos se constituyen en hábitos arraigados tanto en las personas como en la comunidad y en general no son registrados como un riesgo para la salud y la vida cotidiana. Los hábitos son conductas aprendidas y normalizadas que pueden ser modificadas.
Muchos de estos hábitos a veces próximos a conductas adictivas siempre cumplen una función en la vida de cada persona. El fumar o consumir alcohol no es solamente la dependencia química a una sustancia. A veces genera una sensación de compañía, de ansiolítico, de soporte para enfrentar una situación determinada, de pertenencia.
El consumo excesivo de alimentos como la sal, los hidratos, las grasas, puede ocupar un lugar de resolución para una persona. En general estos hábitos que terminan siendo tóxicos y riesgosos para la salud de las personas son ejecutados por una necesidad muchas veces vinculada a dificultades en las relaciones con los demás. Los hábitos median, posibilitan o sustituyen el vínculo con los otros.
Estos hábitos de resolución no efectiva pueden ser modificados de la misma manera en que fueron construidos. Especialmente cuando una persona pide ayuda porque ya ha comenzado el daño a su salud.