Profundizar la escucha, una estrategia para prevenir el suicidio
El municipio cuenta con un dispositivo de soporte en salud mental que presta capacitación y acompañamiento al Servicio Integrado de Emergencias Sanitarias en la atención específica de la temática
“Para prevenir hay que hacerle lugar a la temática y poder hablar sin tabúes”, dice la directora de Salud Mental de la Secretaría de Salud Pública, Jésica Redondo, y busca correr el velo en el marco del Día Mundial para la Prevención del Suicidio que se conmemora cada 10 de septiembre. Sin desconocer "lo difícil que resulta poner sobre la mesa el hecho de que alguien no quiera continuar con su vida”, la funcionaria marca que se trata de una problemática que “aumenta, persiste y se ve mucho en la población adolescente”.
Como parte de una política transversal de la que son parte diferentes áreas de la Secretaría de Salud Pública de la Municipalidad, Redondo da cuenta del trabajo que se viene gestando junto con la dirección del Servicio Integrado de Emergencias Sanitarias (SIES) y que en abril pasado se tradujo en la puesta en marcha de un Dispositivo de Soporte en Salud Mental que funciona en ese espacio.
Se trata de un dispositivo que presta capacitación y acompañamiento al servicio en la temática específica, pero que además en el último mes sumó a su equipo de operadores a cinco becarios, en todos los casos estudiantes de los últimos años de la carrera de Psicología.
Estas incorporaciones prestan una escucha integral, más atenta y a su vez prolongada, frente a los cuadros de crisis subjetivas que también se abordan a través de la histórica línea de emergencia, a la par que dan respuesta en situaciones que requieren de intervenciones inmediatas.
“El SIES es el sistema integrado de emergencia y traslado de toda la ciudad, donde llaman todo tipo de ciudadanos, entonces a ese recurso humano capacitado para la emergencia y traslado en sí ahora sumamos este soporte específico porque entendemos que la salud mental implica otros tiempos de escucha”, detalla Redondo, y detalla que los operadores trabajan coordinadamente con la línea específica de la Agencia de Prevención y Abordajes de Consumos Problemáticos cuya línea 341-3368116 atiende las 24 horas.
Fortalecer la escucha
Facundo Zamarreño es uno de los coordinadores del nuevo dispositivo y puntualiza que, junto al trabajo en la atención, otro de los desafíos es “problematizar el registro” que se venía llevando adelante de los llamados vinculados a la salud mental y, específicamente, de suicidios e intentos de suicidios.
Si bien Redondo señala un incremento de la problemática que se registra en el mismo servicio y en las guardias de hospitales, Zamarreño remarca que “uno de los primeros pasos fue tener una estrategia de análisis de la situación y propiciar la construcción de datos epidemiológicos concretos en relación a la problemática”.
A eso siguió un trabajo “de formación tanto de los operadores de emergencia en salud mental que están ahora como del resto de los operadores del servicio para poder identificar las situaciones que ameritan una intervención inmediata, es decir de emergencia (riesgo de vida), y una vez descartado eso trabajar cuidadosamente con un operador de salud mental, como los llamamos”.
Muchas de las llamadas que ingresan al servicio lo hacen a través del 911 de la Policía, a lo que le sigue un operador del SIES. “Hay que ser cuidadoso en el cambio de interlocutores, y más cuando se trata de una situación de salud mental”, advierte, antes de indicar que se trabaja entonces en esas estrategias y en el sostenimiento de una escucha activa y más prolongada.
“Se trata de completar la escucha, que exista disponibilidad de tiempo y una persona destinada a eso, que intenta comprender lo que sucede y acompaña el momento”, insiste el coordinador, que detalla situaciones de problemáticas de consumo, suicidio y el amplio aspecto de las autolesiones.
La orientación dentro de la red de salud municipal es clave ante casos que son de emergencia y que requieren el traslado de las y los pacientes, al tiempo que hizo hincapié en “la intención de seguir cada una de las trayectorias en su vinculación con las áreas de salud, y en el caso que esa vinculación no exista, trabajar para construirla”.
Un abordaje transversal
El dispositivo funciona articuladamente y en forma transversal con las direcciones de Salud Mental, de Trabajo Social y de Centros de Salud de la Secretaría de Salud Pública, de modo que intenta tener “un seguimiento” de cada atención a través de toda la red y “en su integralidad”, señala la subdirectora de Salud Mental, Nadia Castellani.
“Lo que intentamos desde las direcciones es tener una mirada que abarque desde los centros de salud hasta los hospitales de modo de fortalecer los espacios que ya estaban funcionando y atendiendo estas situaciones, como es el caso del SIES”, explica Alejandra Zorzoli, a cargo de la Dirección de Trabajo Social.
Así es como el nuevo Dispositivo de Soporte en Salud Mental viene justamente a “fortalecer la respuesta” que el SIES ya venía brindando a través de los operadores para la escucha específica, así como la capacitación del resto del recurso humano, también becarios de los últimos años de la carrera de Medicina.
“Es un dispositivo que busca fortalecer ese acompañamiento al recurso humano, la mayoría de formación médica y con una mirada médica de la emergencia, donde hubo que trabajar el padecimiento subjetivo como una necesidad de la población a la luz de la creciente demanda y dar respuesta, pero también busca fortalecer las articulaciones y derivaciones con el resto de la red”, agrega Zorzoli.
Eso implica también trabajar “en los procesos en las guardias de los hospitales donde estas personas son derivadas, las salas y las guardias de los centros de salud, además de darle continuidad a los procesos desde la internación a la externación”, suma la subdirectora.
Sabrina Mirada, directora de Centros de Salud, remarca esa doble demanda que aparece desde las derivaciones que reciben y desde el territorio mismo, donde también se atienden emergencias. “Hay situaciones de urgencia, pero también familiares, ya sean madres, padres, amigos, que se acercan con la preocupación concreta”, detalla Mirada, que destaca a favor del trabajo en los barrios “el conocimiento previo y la vinculación que ya existe con muchas de esas familias”.
“Eso habilita una escucha distinta y que la persona se acerque con otra confianza”, agrega, a la par que señala que las situaciones que se atienden están “muchas vinculadas a consumos problemáticos, falta de vinculación y ruptura de lazos, así como a autolesiones que aparecen mucho en la población joven”.