26 de noviembre

Cultura

Crack Bang Boom: Rosario vivió cuatro días a pura historieta

Más de 40 mil personas disfrutaron de la séptima edición de la ya tradicional convención internacional dedicada al cómic.

Casi una marca registrada de la ciudad, la Crack Bang Boom se adueñó de Rosario. Entre el jueves 11 y el domingo 14 de agosto, miles de fanáticos del noveno arte participaron de las distintas actividades que se ofrecieron en el Centro de Expresiones Contemporáneas (sede principal del evento), Galpón de la Música, Galpón 13, Centro Cultural Roberto Fontanarrosa, centros distritales Noroeste, Oeste y Sur, Plataforma Lavardén y El Cairo Cine Público.

Así, durante los cuatro días, Rosario se convirtió en capital de la historieta. Más de 40 mil personas venidas desde distintos puntos del país y diversas partes del mundo disfrutaron de la séptima edición de este encuentro considerado el más importante de Sudamérica.

En esta ocasión, la convención contó entre los invitados a Horacio Lalia –dibujante homenajeado de esta edición–, Gianni Dalfiume (uno de los grandes nombres de la historieta argentina, recordado por su trabajo en Jackaroe), Juan Manuel Frigeri, Ariel López V, Andrés Lozano, Lubrio, Pablo Martinena, Filipe Melo, Emilio Jorge Mongiovi, Soledad Otero, Gonzalo Ruggieri, Juan Sáenz Valiente, Diego Simone, Emilio Utrera, Luciano Vecchio y Roberto Viacava, entre otros.

Entre los internacionales, se destacaron las presencias de los dibujantes croatas Goran Parlov (ilustrador de Punisher, Fury y Starlight, entre otros) y Goran Sudzuka (entre sus trabajos se destacan Outlaw Nation, Y: The Last Man, Hellblazer y Wonder Woman); el editor francés Olivier Jalabert; y la guionista estadounidense Gail Simone (escribió los guiones de Deadpool y Agent X para Marvel y Birds of Prey; All-New Atom y Wonder Woman para DC Comics).

Hubo muestras, charlas, clínicas, talleres, presentaciones de libros y editoriales, revisión de carpetas, proyecciones y el callejón de los artistas (donde los invitados dibujaban a pedido y firmaban libros).

El encuentro finalizó con el concurso de cosplay (uso de disfraz y accesorios para representar a un personaje de algún videojuego, película, manga, cómic o animé), uno de los puntos más destacados de la convención, al que se inscribieron 150 adultos y 30 niños.