El Centro Cultural Roberto Fontanarrosa celebra durante julio el primer aniversario de su nuevo nombre

El Centro Cultural Roberto Fontanarrosa comenzó con los festejos por el primer aniversario de la imposición del nombre del genial dibujante y escritor rosarino con la muestra La Revista Humor y la Dictadura, en la que se pueden ver 60 reproducciones de las principales tapas, ilustraciones y fotografías de la emblemática publicación en el período 1978/1983.

En el emblemático centro cultural ubicado en San Martín 1080, que hasta hace un año se llamada Bernardino Rivadavia, puede apreciarse la fuerte crítica y sátira que HumoR desplegó sobre la dictadura militar a través de portadas y trabajos de grandes referentes del humor político y gráfico de la Argentina que pasaron por sus páginas, como Andrés Cascioli –autor de las famosas tapas–, Sergio Izquierdo Brown, Crist, Oski, Ceo, el propio Fontanarrosa, Limura, Tomás Sanz, Aquiles Fabregat, Rep, Grondona White, Tabaré, Peyró, Meiji y fotografías de Eduardo Grossman.
La muestra –que se exhibe en el entrepiso del Centro Cultural– podrá visitarse, con entrada libre gratuita, hasta el 31 de julio. Los horarios: de lunes a viernes de 9 a 21 y los sábados, domingos y feriados, de 10 a 18.

Además, como parte de la conmemoración del primer aniversario de la imposición del nombre, se pondrán en escena dos obras sobre textos del Negro: el viernes 11 de julio, a las 20, “Inodoro Pereyra y Mendieta Perro”, dirigida por Mario Vidoletti, y el viernes 18, a la misma hora, será el turno de “Puro Fontanarrosa”, que a través de cuatro monólogos articulados y sucesivos, destaca el humor de sus textos uniendo a artistas rosarinos de diferentes estéticas.

Tangos, Gárgolas y Farolas

Por su parte, en el hall central y en la sala Augusto Schiavoni del Fontanarrosa también puede visitarse la exposición Tangos, Gárgolas y Farolas. De la Refinería au Quartier des Fleurs Mauves, pinturas, pintura corporal y transferencias de Jorge Molina.

La música, el baile, los barrios y colores de Rosario y el río Paraná estiran sus brazos hasta llegar al Sena, portando el espíritu de las esquinas, el piberío y los suburbios, mezclándose con los techos grises y los cielos que enrojecen, las pequeñas casas, las gárgolas y farolas de un París que palpita. Todo eso es el fondo de las pinturas, los collages y las monocopias que Jorge Molina propone en esta presentación, a las que se le suman la pintura corporal, los cuerpos ensamblados y pintados y las pinturas transferidas de la piel a la tela. Esta exposición estará abierta al público hasta el 3 de agosto.