Con gran convocatoria se presentó el libro Las Cosecheras en el Centro de Convivencia Barrial Emaús

En la tarde del martes 28 de octubre se presentó el libro Las Cosecheras, producto de los recuerdos de las mujeres que crecieron en zonas rurales de Argentina y actualmente residen en el barrio Emaús. Los relatos que componen la publicación fueron trabajos por las protagonistas en el marco de un taller implementado por la Municipalidad en el Centro de Convivencia Barrial Emaús, en el distrito Noroeste, destinado a adultas y adultos mayores. Es en este contexto que los educadores a cargo del dispositivo compilaron las historias de vida para concretar este proyecto.

El libro refleja las historias narradas por mujeres que han vivido su juventud en ámbitos rurales, viéndose en la necesidad de migrar hacia las grandes ciudades en busca de nuevas oportunidades para sus vidas.

“Gracias a su acercamiento al espacio de la Dirección de Adultas y Adultos Mayores de la Municipalidad de Rosario en el Centro de Conviviencia Emaús, hoy tenemos la oportunidad de acceder a los conocimientos que gentilmente ellas nos han transmitido”, dijeron los educadores Irina Cagnin y Luciano Sorop durante la presentación llevada a cabo en las instalaciones de la institución ubicada en Génova 7958.

“En este libro queda plasmado, en forma de relatos, las historias de vidas de las alumnas del espacio para adultos mayores del centro barrial. La mayoría de ellas provienen del norte de nuestra país y comparten, entre sí, historias similares de cosecha y trabajo duro”, remarcó, por su parte, María Alcira Scarpone, titular de la Dirección de Adultas y Adultos Mayores.

La jornada –que contó con la presencia de autoridades y los equipos del CCB y del Centro de Salud Emaús– terminó con una función de canto recreando las canciones que dieron vida a este libro, que habían sido presentadas en el Teatro La Comedia en en el marco de las actividades del Octubre Mayor.

Algunos relatos

“Yo me llamo María Esther Fernández, soy del Chaco. Nací en 1959. Me crié cosechando con mi familia hasta que cumplí 13 años. A esa edad vine a Rosario, vinimos a probar la vida para este lado porque allá no había nada. Hasta que cumplí 16 años y me casé y tuve 15 hijos, y después me dejó mi marido. Crié a mis hijos viniendo a la escuela, terminé séptimo a los 45 años. Después puse un costurero en mi casa y con eso saqué adelante a mis hijos. Fallecieron 7 y 8 vivos. Ahora estoy sola, crié a todos mis hijos que están grandes, y estoy esperando para operarme de la vista, de cataratas”.

“Mi nombre es Justina, nací en el Chaco, soy chaqueña en la zona de Enrique Uriel. Me crié ahí, era el lote 9. Yo crecí en ese lote; mis hermanos y mis padres siguen ahí. Y ahí me casé. Tuve 5 hijos en el Chaco y luego me vine a Rosario con mi marido y tuve 3 hijos más. En Rosario trabajé de empleada doméstica y en Chaco en el campo, en tiempos de carpida de algodón, en tiempos de cosecha de algodón y en tiempos de destronque. Trabajaba con mi papá en el campo, eso lo hacía cuando era soltera. Después cuando me casé ya me llené de hijos y trabajaba en la chacra, hacía los mismos trabajos”.

“Yo me llamo Susana Castillo. Nací el 11 de agosto de 1953 en el Chaco. Tengo 9 hijos, dos varones y siete mujeres, y tengo 31 nietos y 14 bisnietos. Estoy casada con Félix hace 42 años. Y hace 34 años que vine; volví una sola vez al Corzuela que es el pueblo donde nací donde vive la familia de mi marido. Pero no me olvido del pago. Yo trabajé de mucama y ahora estoy desocupada. Yo no me iría más de acá”.

“Yo me llamo Miguelina León. Nací el 5 de julio de 1949 en Quitilipi, provincia del Chaco. Cuando tuvimos que salir de mi provincia me dolió mucho, extrañé a todos mis parientes y amigos. Pero ahora estoy contenta porque aquí tengo a todos mis hermanos. Estoy casada hace 31 años, tengo 3 hijos, los 3 son adoptados. Mi esposo es de Rosario”.