27 de diciembre

Ambiente

La Escuela de Jardinería brinda conocimientos y un oficio con salida laboral

Nicolás cursa el 3º año de la carrera. "Pasás y ves una plaza que arreglamos, ves un cantero plantado y decís «lo hice yo». Es un aporte a la ciudad”, dice con orgullo al iniciar el ciclo 201

La Escuela de Jardinería Juan Aníbal Domínguez inició su ciclo lectivo 2016. La institución cuenta con la carrera de técnico en jardinería, de 3 años de duración, que brinda conocimientos teórico-prácticos y ofrece a los egresados un oficio con oportunidades laborales.

El comienzo del cursado recibió a Nicolás Ramos de forma diferente. En el primer día de su tercer y último año en la institución, fue el encargado de izar la bandera, como reconocimiento a su esfuerzo y su buen desempeño. Con 16 años, de día se forma en un oficio, mientras por las noches cursa el quinto año de la secundaria.

“Es un orgullo como rosarino. Por ahí pasás y ves una plaza que arreglamos, ves un cantero plantado y decís «lo hice yo». Es un aporte a la ciudad”, contó sonriente Nicolás, señalando lo que siente al ver plasmado el resultado de sus tareas.

Cada año, son 35 jóvenes como él los que se inscriben en la escuela dependiente de la Dirección General de Parques y Paseos de la Secretaría de Ambiente y Espacio Público, con el fin de formarse como técnicos especializados en la práctica y arte de la jardinería, para luego ser los encargados de las tareas de mantenimiento de los espacios verdes de la ciudad. La carrera, de tres años de duración, habilita a los alumnos para desempeñarse en instituciones oficiales y particulares.

“Estoy en 3º año, ya terminando. Hice tareas en el parque Independencia y ahora tengo un lugar fijo en el Bosque de los Constituyentes. Trabajo en un vivero de producción de árboles, cerca de las plantas”, narró Nicolás, destacando que para ingresar debió concursar y rendir un examen, a partir del cual sólo entran los primeros 20 de unos 300 que rinden cada año.

Su esfuerzo es grande. Por las mañanas cursa Jardinería y por las noches termina la escuela secundaria. Nicolás está en el quinto año de la Técnica 2, y a fines del año que viene se recibirá de técnico electrónico.

A la hora de elegir este camino, su familia fue de gran influencia. Su padre y madre trabajan en otras reparticiones municipales y él, su hermana Indira y su hermano Ezequiel, optaron por la jardinería. Fue su padre quien conocía la Escuela de Jardinería y los incitó a probar.

Si bien hoy el oficio le encanta, el joven admitió –entre risas y con total sinceridad– que al ingresar en la carrera, la jardinería no era su vocación. Pero el paso de las clases y el tiempo lo fueron cambiando.

“Antes no me gustaba tanto la jardinería, o más o menos. Pero una vez que entré, me enganché”, dijo. Luego concluyó: “Es mucho mejor de lo que pensaba. Yo entré con una idea distinta y después te terminás enganchando con el tema. Es una experiencia y una posibilidad buena porque aprendés un oficio nuevo”.

Cabe destacar que durante el año pasado, los estudiantes de la escuela produjeron 200.000 plantines para toda la ciudad. Se trata de aquellos que embellecen las plazas, parques y rotondas rosarinas, y de otros tantos que se entregaron a vecinos. Es a través de estos trabajos que estos jóvenes no sólo aprenden un oficio, sino que se convierten en sensibilizadores del entorno.

La carrera

Dentro de las asignaturas que se dictan durante los tres años de carrera se destacan botánica general, entomología, botánica sistemática, sanidad vegetal, y distintos talleres.

De manera integrada, la Escuela Municipal de Jardineros y el Vivero Municipal brinda un espacio que se constituye en un semillero de jardineros especializados que luego pueden llegar a integrarse a los distintos sectores de la repartición.