30 de octubre

Salud

Dengue: hay que eliminar los criaderos para cortar la cadena de transmisión

Se confirmó un cuarto caso autóctono. Desde la Secretaría de Salud Pública refuerzan en forma periódica las acciones para evitar la propagación de la enfermedad.

La Secretaría de Salud Pública municipal informó que se registró un nuevo caso autóctono (el cuarto) de dengue, que no tiene antecedentes de viaje, en Rosario. Además, remarcó que equipos de Salud, Control y Convivencia y Ambiente y Espacio Público refuerzan en forma periódica las acciones que incluyen bloqueo sanitario de las zonas donde se detectó cada uno de los casos con el propósito de prevenir la propagación de la enfermedad.

El secretario de Salud Pública, Leonardo Caruana, sostuvo que el cuarto caso de dengue autóctono se detectó en el límite entre los distritos Centro y Sur y que ante esto se comenzó con el bloqueo epidemiológico.

“Estamos abordando cada zona donde se registran casos con personal que recorre casa por casa, en la búsqueda de febriles y también para fortalecer las acciones que deben hacerse en los domicilios”, sostuvo.

En ese sentido, remarcó que “la eliminación de criaderos es fundamental ya que así cortamos la cadena de transmisión” del virus. Por lo que pidió a la población reforzar las tareas de prevención manteniendo limpios los patios, eliminando los recipientes que puedan acumular agua o limpiándolos diariamente.

¿Qué es el bloqueo sanitario?

Al confirmarse un caso de dengue se pone en marcha un protocolo en conjunto articulado entre diferentes áreas del municipio. De este modo, se disparan en el territorio una serie de acciones mediantes las cuales se busca bloquear o prevenir cualquier otro posible caso en los alrededores del confirmado.

A partir de confirmarse el diagnóstico, se toma la vivienda de la persona infectada con su manzana como referencia y ocho manzanas alrededor, es decir nueve manzanas en total. Esto se debe a que ese rango es la máxima distancia que puede volar un mosquito adulto infectado (150 metros aproximadamente).

Una vez delimitada el área, se accede a los domicilios y se comienza con el descacharrado, es decir, con la limpieza de patios y todo aquel lugar donde pueda acumularse agua, explicándole al vecino la importancia de esta acción, ya que es la única efectiva para eliminar las larvas y prevenir la reproducción del mosquito.

Además se procede a la búsqueda de febriles, personas en esos domicilios que puedan tener los síntomas o los hayan tenido en días anteriores. De encontrarse alguno, se inicia el proceso correspondiente para confirmar si también tiene alguna de estas enfermedades.

Por último, el equipo de la Dirección de Vectores fumiga la zona para eliminar mosquitos adultos, evitando así la probabilidad de que un vector infectado pueda picar a otra persona. Cabe recalcar que las tareas de fumigación se realizan en forma controlada, ya que junto con el Aedes aegypti también se destruyen muchas otras especias que regulan la fauna, como otros mosquitos o alguaciles.

A su vez, se entrega a las familias involucradas repelente para evitar el contagio y larvicidas para aplicar en recipientes que es imposible limpiar o vaciar, como estanques y piletas, para evitar la reproducción del Aedes aegypti.

Una semana después del primer bloqueo se repite la acción en la misma área para descartar la aparición de nuevos casos.