18 de abril

Desarrollo social

Jóvenes
Inclusión

El Paraná, un río que genera fuertes lazos entre los rosarinos

Un grupo de chicos se capacitó, reparó la canoa La del arroyo en el marco del Programa Nueva Oportunidad y concretó el cruce del río junto a jóvenes con capacidades diferentes.

En la mañana de este miércoles se llevó a cabo el cruce del río Paraná protagonizado por jóvenes y adultos con discapacidad, pertenecientes al Centro de Día La Casa del Sol Naciente, junto a la escuela de remo del Club Náutico Malvinas Argentinas y la Escuela Municipal de Actividades Náuticas, quienes fueron acompañados por una canoa íntegramente restaurada por jóvenes del Nueva Oportunidad. Así, con la emoción a flor de piel, los diferentes grupos se unieron en pos de la inclusión e integración para navegar un día memorable.

El escenario de encuentro fue el Club Náutico Malvinas Argentinas (Av. de los Trabajadores 1230), donde a partir de las 10 se realizó la emocionante hazaña a bordo de botes de remo con una embarcación de apoyo, llamada La del arroyo, restaurada por jóvenes del Programa Nueva Oportunidad de la Municipalidad de Rosario y del Gobierno de Santa Fe. 

En la oportunidad, el ministro de Desarrollo Social de la provincia, Jorge Álvarez, expresó: “Esto nos permite fortalecer el trabajo y coordinar con las distintas instituciones como el Club Náutico Malvinas Argentinas, el Centro de Día La Casa del Sol Naciente, el municipio, la provincia, y poder, en el marco del Nueva Oportunidad, contener y acompañar a jóvenes de distintos barrios de la ciudad”.

“Valoramos el aporte de Jorge Redondo, que conoce del tema y mostró su predisposición para capacitarlos”, dijo Álvarez y rescató el compromiso del club que abrió sus puertas al Centro de Día y permitió practicar el deporte a jóvenes con capacidades diferentes. “Es una nueva oportunidad para todos, especialmente para el Estado, para encontrarnos con las instituciones y poder trabajar codo a codo, como lo hacemos provincia y municipio”, finalizó diciendo.

Jorge Redondo es el responsable de la capacitación y se encarga de las reparaciones en el club. Explicó que tenían una “canoa vieja, casi en desuso y la restauramos completa. De un costado la desarmamos toda, se le cambió corredores, botazos, reemplazamos maderas que estaban en mal estado y después la plastificamos”, relevó.

“A gran parte de los chicos les gustó el proyecto, del grupo original la mayoría terminó la capacitación; finalmente llegó el día, ahora solo resta botar la canoa y para ellos llegó el momento de una nueva oportunidad, que ojalá les sirva para conseguir trabajo”, sostuvo el capacitador.

El director provincial de Nueva Oportunidad, Luciano Vigoni, destacó que “lo importante para nosotros no es el número de jóvenes que se capacitan, lo importante es la vida de cada joven, donde lo colectivo parece perder vigencia, y el Nueva Oportunidad tiene que ver con el encuentro, con aprender un oficio que no esté ligado a la individualidad, a la construcción conjunta de un conocimiento, a poder trabajar con otros”, reflexionó

Los reparadores

Santiago Sánchez hacía remo en el club y uno de sus profesores le comentó que arrancaba el curso. "Me anoté, aprendí mucho y me gustó. Arrancamos en mayo del año pasado viendo algo de teoría, hasta llegar a la práctica con distintos kayak que fuimos reparando, algunos del club y otros de la municipalidad y la experiencia fue muy buena, porque conocí muchos chicos, con muy buena onda y me hice de muchos amigos nuevos”, dijo.

Con la embarcación La del arroyo tuvieron mucho trabajo. “Estaba muy picada la madera, tuvimos que hacer un montón de parches, cambiar maderas, pintarla”, relató Santiago.

Juan Rivero explicó que cuando arrancó no entendía mucho, pero gracias al curso hoy se siente suficientemente capacitado para poder ver eso como una fuente de trabajo. “Cuando cumpla los 18 años voy a empezar a trabajar en este club, me gusta cómo me trataron y me vieron muy interesado y el profesor me dijo que no hay mucha gente preparada para trabajar en reparaciones de embarcaciones”, comentó muy entusiasmado.

Leandro Ferreyra tiene la responsabilidad de ser el acompañante en el proceso de capacitación de los chicos. “Apostamos a que esto se pueda sostener durante todo el año, no solo con la reparación de embarcaciones, este fue un proceso de gratificación, de aprendizaje, de adaptación activa, que hace falta en estos momentos y nosotros apostamos a eso”, enfatizó.

Deporte inclusivo

Los otros protagonistas fueron los integrantes del centro de día La Casa del Sol Naciente, una institución del sur de la ciudad, que desde hace décadas impulsa acciones para la plena inclusión de las personas con discapacidad y que, desde hace 3 años, practican remo en ese mismo club.

Silvana Frontini, directora de la institución, agradeció “la apertura tan cálida que tenemos siempre, donde nos abrieron las puertas y los brazos para trabajar por la inclusión a través del deporte”.

Gabriel, uno de los chicos que asiste a ese espacio, explicó que gracias a la capacitación que recibió de parte del club hoy puede subirse al kayak y poder hacer el cruce del río y “siempre con salvavidas”, resalta.

Nueva Oportunidad

El programa Nueva Oportunidad convoca a jóvenes de entre 16 y 30 años de toda la ciudad, que hayan dejado la escuela, no tengan empleo ni formación en oficios, y les brinda la posibilidad de aprender y desarrollar técnicas en diferentes ámbitos, proporcionando herramientas para inclusión social y una futura salida laboral.

Desde el mes de mayo de 2017 hasta marzo del corriente año, un grupo de jóvenes  provenientes de barrios del distrito Norte, como Nuevo Alberdi, Polledo y Travesía, entre otros, fue capacitado en reparación de embarcaciones y espera con entusiasmo la botadura de la canoa que con tanto trabajo y dedicación repararon.

También participó un grupo de jóvenes en representación de la Escuela Municipal de Actividades Náuticas, a la que asisten, jóvenes y adultos para aprender remo, canotaje, vida en la naturaleza y hábitos para disfrutar del río de manera segura. Los mismos acompañaron el cruce a bordo de kayaks, algunos de ellos también reparados por los jóvenes de Nueva Oportunidad.

El Club Náutico Malvinas Argentinas, sede de la jornada, es un espacio que funciona desde hace más de 30 años en la ciudad, donde que se realizan múltiples actividades deportivas y náuticas. En los últimos 3 años viene desarrollando la actividad de remo desde una mirada social inclusiva, realizando proyectos destinados a personas con discapacidad y a sectores sociales en situación de vulnerabilidad. La institución otorga becas para que más rosarinos disfruten del río de manera segura y lleva adelante diversas actividades en conjunto con la Municipalidad de Rosario y el Gobierno de Santa Fe.

Con el objetivo de generar estrechos lazos entre los diferentes actores de la sociedad, desde programas municipales como el Nueva Oportunidad y la Escuela Municipal de Actividades Náuticas, en conjunto con el Club Malvinas y el centro de día se planificaron ésta y otras actividades recreativas que infunden valores sociales y herramientas para el desarrollo de los jóvenes rosarinos.

Con el célebre cruce, los participantes no solo disfrutaron del río y la naturaleza, sino que también pusieron a prueba sus destrezas, habilidades y conocimientos. El cierre de la jornada fue coronado con un almuerzo a la vera del Paraná, una gran sonrisa en las caras de todos los participantes, y con la certeza de que el esfuerzo y la dedicación propinan magníficos resultados.  

El jefe de la seccional Rosario de la Prefectura Naval Argentina, prefecto principal Paulo Baldini, dispuso que durante el cruce del río, las embarcaciones sean acompañadas por equipos de la institución.